Marte apesta
Marte apesta es la prueba de que seríamos capaces de devastar otro planeta, y trasladar y afianzar en él todos nuestros defectos.
Describe en episodios la vida en una “tranquila” colonia de humanos en Marte, llamada, CAZURRA VALLEY.
Es un libro irreverente y bizarro, sin palabrotas (creo), pero con humor negro.
El Proyecto Marte Apesta surgió como una mini serie de animación con capítulos auto conclusivos.
Cuando el tiempo fue pasando, y no encontré financiación para sacar adelante la idea original, para lo cual necesitaba, en principio, trabajar con un ilustrador y un estudio de animación (muuuy caro…), decidí publicar la idea en formato de novela.
GRAN INQUISIDOR: personaje que no se ve. Es un miembro del Gobierno de la Colonia en Marte, encargado de mantenerla en paz, para lo cual se vale de un sistema de cámaras situadas en las calles. Cada cámara en sí misma es un ojo, literalmente. La voz del Gran Inquisidor suele escucharse por megafonía para notificar eventos importantes, pero a veces también se la escucha anunciando rebajas en el Centro Comercial o en la Radio local. Se trata del mismo personaje que finge voces distintas para ocultar que está pluriempleado.
OJO-CÁMARA: a veces uno de los ojos-cámara abandona su poste, y flota por ahí, oculto bajo un sombrero, para espiar mejor. Cree en el sistema y quiere ascender. Uno de ellos es el padre de ELI. Siempre cambia el modelo de sombrero para disimular.
SEÑORA TUPOLINSKY: en su pasado, en la Tierra, fue sometida a altas dosis de radiación, por lo que posee poderes, como un súper héroe, pero los utiliza a capricho. Para los vecinos solo es una ancianita que pasa los días sentada en su porche hablando sola. Su aspecto es el de una muñeca rusa, por lo tanto, cuando desea ayudar a una causa, se abre por la mitad dejando salir pequeñas muñecas de colores, como hadas, (las Tupolinskayas). Cuando quiere perjudicar a alguien, esas muñecas son oscuras, con colmillos y alas de murciélago, y en vez de salir rodeadas de polvos coloridos, lo hacen, tirándose cuescos.
LARA: madre divorciada con 2 hijos, Alex y Valentina. De aspecto lánguido, estilo gótico. Pelo largo negro, piel blanca, lleva guantes con dedos cortados. Trabaja leyendo el Tarot por teléfono, y medio día en la Tienda de antigüedades de la señorita Vintage. Su frase típica cuando tira las cartas y ya no sabe qué decir es “Esta es una Carta total, piensa en ella”. Es la señal de que la lectura de Tarot no da para más, y la Señorita Vintage debe interrumpir.
TULSA: hermana de Lara. Declarada feminista y un poco hippy. Está casada y no tiene hijos. Odia a todos los que no son adultos (niños y adolescentes), pero es Directora del Instituto. En su trabajo casi siempre lleva unas caretas con emoticonos para no tener que prestar atención a quien le está hablando. Su frase fetiche es: “Háblale a la Mano”.
MARIDO DE TULSA: es siempre una voz en off, que responde al nombre de Richy.
ALEX: hijo mayor de Lara. Joven, muy alto y desgarbado con largos mechones de pelo sobre la cara. Disfruta burlándose de su hermana y las amigas, y vive inventando cosas que no sirven para nada. Trabaja en la Central de Lluvias, (se considera un buen empleo). Frase fetiche: “Puede mejorarse”.
VALENTINA: hija menor de Lara. Típica adolescente pendiente de su apariencia, muy creída. Piensa que su madre y su hermano son unos pringados y se avergüenza de ellos. Cambia diariamente de peinado y color de uñas. Aspira a ser “It Girl” (aunque no sabe muy bien de qué se trata), actriz o cantante, cualquier cosa que le dé fama y admiradores. Es una muñequita tipo Barbie, pero con mala leche.
TÚRMIX: un secador de pelo de peluquería, de los que se colocan como un casco. Alex se lo compró a la Señorita Vintage y lo modificó para crear un robot. En realidad no sirve para nada específico: sigue echando aire, se desplaza sobre un trípode con ruedas, y habla. Tiene diálogos existenciales consigo mismo preguntándose para qué existe.
SEÑORITA VINTAGE: dueña de la tienda de antigüedades del mismo nombre, donde vende objetos terrestres obsoletos del siglo XX. Jefa y amiga de Lara. Muy coqueta, estilo pin up, con media melena rubia que le cubre la mitad del rostro. Muy popular entre los hombres, aunque no tiene pareja estable. Es un maniquí antiguo de costurera.
RAW: el tío cachas de Cazurra. Todo un cuerpo. Siempre con capucha o gorros, incluso aunque sude bajo el sol, pues le acompleja su cabeza calva, que cubre con pelucas cuando posa para fotos. Está muy orgulloso de ser el modelo de la primera marca de calzoncillos de Marte.
ELI: una adolescente compañera de Valentina. Ejecuta en el Instituto las ideas raras de la Directora Tulsa, a quien admira. Promueve causas utópicas mediante la recogida de firmas, o vendiendo participaciones.
AMBER y GREY: las dos mejores amigas de Valentina. Guapas y superficiales, con aspecto de muñequita. A menudo se expresan hablando al unísono.
POOR THING: un hombre esmirriado con gran melena lacada, que vive añorando su pasado de artista, según él, truncado por el avance de la tecnología. Trabaja en el mantenimiento de los jardines de plástico y el cielo ficticio de Cazurra Valley.
SEÑOR MENCHO: Jefe de Alex en la Central de Lluvias. Vive recordando su vida en la Tierra como Farero, pero la mitad de lo que dice, es un invento. Excesivamente celoso de su actividad en la Central.
La mejor palabra para describirlo es: bizarro.
En Cazurra Valley, no hay nada que haga pensar, que se está en una colonia extraterrestre. El gobierno se ha encargado de que todo luzca parecido a la Tierra, aunque los árboles sean de plástico y el cielo se proyecte sobre la cúpula que cubre a la población.
La Tierra, se ha convertido en una roca yerma e inhabitable, gracias a la contaminación. Por eso, en la colonia marciana, la basura se envía al espacio y se bombardea con un misil atómico, cada vez que la bola se vuelve demasiado grande.
En Cazurra Valley y en sus habitantes, un grupo de individuos mediocres y fracasados, con empleos comunes e intrascendentes, se ven exacerbadas nuestras contradicciones y miserias como humanidad, desde un punto de vista ridículo.
Situaciones cotidianas, llevadas al extremo de lo surrealista, que quitan hierro a la vida y se ríen de los convencionalismos. Todo es posible.